CINE MEXICANO… MILLONES

El cine mexicano vive un momento de crecimiento: los estrenos y la afluencia a ver cintas nacionales registran incrementos con respecto a años anteriores, sin embargo, sigue sin solución un problema de fondo en la exhibición, pues por ley, el 90 por ciento del tiempo de salas se destina a películas extranjeras.

En 2013, las cintas mexicanas atrajeron tres veces más espectadores que el año anterior: 30.6 millones de boletos se vendieron, cuando en 2012 esta cifra ascendió a poco más de 10 millones. Esto significó un ingreso de mil 273 millones de pesos y el 10.7 por ciento del total de la taquilla.

El número de producciones también se ha incrementado: en 2013 se filmaron 99 cintas, 5 por ciento más que en 2012 y casi 50 por ciento más que en 2008, cuando se realizaron 54 títulos.

Hay que hacer notar que, aunque la afluencia al cine nacional se triplicó, la mitad fue acaparada por dos títulos de comedia: Nosotros los Nobles, con más de 7 millones de espectadores, y No se aceptan devoluciones, que superó los 15 millones de asistentes. El otro 50 por ciento se repartió entre 97 títulos. Ambos éxitos fueron distribuidos,
respectivamente, por Warner Bros. y Videocine -filial de Televisa que también puso en circulación los dos largometrajes de Huevo Cartoon y los primeros taquillazos de este año, ¿Qué le dijiste a Dios? y Cásese quien pueda.

Si bien No se aceptan devoluciones salió con mil 500 copias -la mayor exhibición para una película mexicana-, no marcó gran diferencia respecto a los blockbusters de Hollywood, que llegan a México con un promedio similar, pero se exhiben en un número mayor de salas, en congruencia no sólo con la demanda del mercado sino con la exhibición que les garantiza Ley Federal de Cinematografía desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

DESEQUILIBRIO EN LA EXHIBICIÓN

La concentración de la taquilla de cine mexicano en sólo dos títulos evidencia un desequilibrio tangible en la exhibición, advierte Armando Casas, representante de la Comisión de vigilancia y fiscalización de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, AMACC.

“Qué bueno que existen estas películas que subieron tanto la asistencia el año pasado, qué mal que es más bien un hecho de excepción y no se volvió necesariamente un gancho en relación a las otras”, considera.

Sin embargo, Jorge Sánchez, director del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), afirma que éste no es un fenómeno exclusivo de México. “En España, Lo imposible, una película española, hablada en inglés, con actores extranjeros, arrastró la taquilla de 2012”.

En tanto, Víctor Ugalde, presidente de la Sociedad Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales, opina que si bien la política pública de impulso a la producción ha funcionado, “deja mucho que desear” para la formación de públicos. “Aparte del estímulo fiscal de la Ley del Impuesto Sobre la Renta en su artículo 189, no hay más; pero gracias a ese estímulo, muchos empresarios que antes no se acercaban al cine, ya están con nosotros. Ahora hay que hacer una política pública que apoye la exhibición, y todos ganamos”.

Este estímulo fiscal (Eficine) consiste en la acreditación, al 100 por ciento, del pago del ISR, siempre y cuando se dedique a una película mexicana. La recaudación hacendaria mediante el Eficine ascendió el año pasado a 480 millones de pesos. La distribución cuenta con otro estímulo del IMCINE: el Eprocine. En 2013, el 47 por ciento de los estrenos contó con este apoyo.

LAGUNA LEGISLATIVA

Si bien el artículo 19 de la Ley Federal de Cinematografía establece que el 10 por ciento de tiempo total de exhibición en salas mexicanas debe dedicarse a películas nacionales, Casas refiere que falta claridad en lo que esta legislación estipula. “Esto tiene diversas interpretaciones. La discusión es el 10 por ciento de qué, ¿de lo que está programado, lo que se puede programar, la cantidad de pantallas, de salas?”.

Sánchez señala otro problema, la accesibilidad: “Veo con muy buenos ojos que las cadenas cinematográficas abran complejos en comunidades con menos de cien mil habitantes, pero ¿cómo vamos a distribuir y apoyar el cine nacional, cuando por lo menos el año pasado, la oferta estaba restringida a un 8 por ciento de las entidades del país?”.

Un dato que se explica, otra vez, por el 10 por ciento de exhibición, que se cumple mayormente en las salas del Distrito Federal, lo cual, desde el IMCINE se enfrenta con iniciativas como el programa Cine en tu comunidad, que lleva películas mexicanas en un autobus de Educal para su proyección en diversas localidades de la República.

“Podemos ver, por las estadísticas recientes, que somos el cuarto mercado del cine en el mundo”, agrega el director del IMCINE. “Ahora, lo que es imprescindible es que se articulen políticas que generen mayor accesibilidad del espectador mexicano al cine nacional. Yo no estoy muy seguro que hayamos logrado pasar la barrera del nopal”, concluye el funcionario.

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